miércoles, 3 de octubre de 2018

EL BANQUETE

Era un banquete muy especial, muchos habían sido los invitados, pero no todos habían acudido a la cita. Él había recibido una invitación y allí estaba presente. Con curiosidad, observó a los demás asistentes, todos iban muy trajeados y él se alegró de haber elegido para la ocasión, un traje de color negro que le sentaba muy bien,  esa noche se sentía importante y estaba justo dónde quería estar. El salón amenizado para la cena era espectacular, el lujo brillaba en cada detalle y el mobiliario estilo castellano, estaba distribuido con gran elegancia por toda la estancia, unos tapices de colores extraños colgaban de las paredes y dos lamparas enormes de cristal tallado, prendían del techo iluminando la sala. La mesa estaba presidida por una loba, tanto a su derecha como a su izquierda, las sillas más cercanas a ella estaban ocupadas por sus más fieles súbditos.
Arte de chie yoshii

El festín estaba listo y dispuesto en la mesa, todos los majares eran de oro. La loba se levantó e hizo un gesto con su mano para que los invitados tomaran asiento. El invitado se sentó y observó a los demás comensales; cada cual era de una manera pero a la vez, cada cual se parecía al otro. Todos los asistentes empezaron a comer, él comía con gran avidez, el oro estaba suculento, más comía y más quería.
En algún momento de la comida vio gotas de sangre en algunas pepitas de oro, pero no le importó, limpió con su mano la sangre del oro y siguió comiendo. Tan absorto estaba en su comida, que no se dio cuenta que su cuerpo estaba cambiando, se estaba transformando y de repente era un león.

 Arte de chie yoshii

Vio su reflejo en el oro que estaba comiendo y se quedó estupefacto y a la vez bastante orgulloso de su semblante, reparó entonces en los demás comensales, cada uno de ellos tenía ahora otro aspecto, algunos se parecían bastante a él mismo. Aunque se quedó atónito al ver el semblante de algunos de los invitados; unos tenían la cara llena de manchas y cicatrices de lepra y se veían monstruosos, mientras otros mostraban rostros bellísimos, pintados de colores llamativos -etéreos casi-, pero por extraño que pareciese, cada cual aceptaba su aspecto y seguía comiendo el oro como si nada raro estuviese ocurriendo. El invitado también se percató, que de repente, encima de la mesa, unas serpientes reptaban y que sonidos guturales salían de sus bocas abiertas, pero lo extraño era, que dicho sonido gustaba, era muy placentero y llamaba al sueño. La loba anfitriona sonreía sentada en su trono y en una esquina de la mesa unos centauros seguían con su condumio ajenos a cuanto ocurría en el salón.   Mientras, sigilosamente, unas atractivas panteras aparecieron y retozando, se acercaban a la mesa moviendo sus caderas en un continuo balanceo; sus oscilaciones pélvicas eran tan provocativas que todas las miradas se incendiaron y se clavaron en ellas.
 Arte de chie yoshii


El invitado estaba subyugado contemplando a las panteras, de repente los seres de los rostros bellos y etéreos se acercaron a él y, lentamente pegaron sus lenguas a su oído para adularlo, mientras lo lamían él se sintió extasiado, aquellas adulaciones engrandecían su ego y se sentía feliz, cerró los ojos para dejarse llevar por aquella sensación tan placentera, cuando de súbito notó presión en su sexo, abrió los ojos sorprendido  y, atónito se quedó cuando comprobó que una de las atractivas panteras, estaba encima de él y succionaba su sexo. Aquella lengua ávida pegada a su miembro viril lo enloquecía y, preso de convulsiones, él abría los labios para tomar aire, pero ya, otra pantera irresistible, se apoderaba de su boca y hurgaba dentro de ella, poseyéndolo. Extasiado, se dejó caer en la mesa lascivo y disoluto, mientras otra pantera, mesalina voluptuosa, le ofrecía su pecho blanco y él casi enloquecido por el deseo, exprimía con sus manos aquellos senos tibios y, como si bebiera de un vino afrodisíaco gota a gota, se llevaba a la boca los pezones rozados para saborearlos entre sus labios, mientras su lengua los relamía una y otra vez, ya su pelvis era capturada por unas caderas frenéticas y aquel vaivén de locura lo llevaba hacía la cúspide. Poseído por el placer, en pleno apogeo, el clímax lo inundaba y su fluido seminal exaltaba.
Arte de chie yoshii

Resoplaba con fuerza, intentando recuperar el aliento después de tan intenso orgasmo, cuando de improvisto, las serpientes que cantaban en la mesa, se alzaron sobre él y lo embistieron, a mordiscos lo despojaron de su piel de león y las panteras que momentos antes lo habían besado, ahora le clavaban colmillo y garras y, él malherido contemplaba como su piel lacerada sangraba mientras ellas seguían apaleándolo...
Arte de chie yoshii
Las panteras siguieron un buen rato propinándole golpes y mordiscos y cuando se dieron por satisfechas, lo abandonaron en la mesa, dejándolo muy malherido, él consiguió mover levemente su cuerpo y constató con sorpresa y desagrado que todo  el oro que había comido durante la cena, se había desvanecido, estaba en los huesos, desnudo, sin nada...

¿Acaso antes de la comida poseía él algo?

Miró hacia el fondo de la sala, la loba anfitriona había desaparecido, al igual que sus fieles súbditos, solo pudo ver que algunos de los invitados al banquete, también habían sido apaleados igual que él mismo, oyó gritos y sollozos. Entonces el miedo llegó a él e intentó incorporarse, pero ya los bellos rostros etéreos estaban encima de él y lo aprisionaban, con sus lenguas lamían su esqueleto, mordiendo casi sus huesos. En un ápice de cordura, en aquella locura, consiguió levantarse y apartar a los seres etéreos que lo aplastaban, pero estaba tan débil que no podía andar. 

Inesperadamente empezó a llover, la lluvia caía con tanta fuerza que atravesó el tejado de la mansión, las tejas empezaron a volar y la tromba de agua derrumbó paredes y suelo. La voracidad del agua que caía era tan fuerte, que empezó a llevarse todo lo que encontraba a su paso, el mobiliario, los tapices y las lamparas flotaban en suelo y eran arrastrados por el agua,  él en pie aún, miraba el desastre; de los bellos rostros pintados, solo quedaban rostros vacíos, las panteras se desvanecieron en el aire y los demás comensales yacían inertes o llenos de convulsiones presos en el lodo. Él cayó de rodillas, su cuerpo esquelético ya no aguantaba más y un gemido desgarrador salió de sus entrañas...
Arrepentido, empezó a lamentar lo ocurrido y el sonido de la soledad lo envolvió. En el tétrico lugar tan solo se oía el latido muerto de su corazón...Sin fuerzas ya, se deslizó en el suelo, mientras la lluvia caía suavemente encima de él y cerró los ojos...
Pasó toda la noche tirado en el lodo, entre lamentos y sollozos se lamentaba de sus errores,  luego perdía el conocimiento y sin esperanza alguna, se hundía en el barro...
Sin embargo y a pesar de todo lo ocurrido,  al alba, un águila que sobrevolaba el lugar, se apiadó de él y de súbito, bajando en picado, lo asió por los hombros y dándole otra oportunidad  lo alzó al vuelo..

© BT

Arte de chie yoshii

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