lunes, 15 de octubre de 2018

Obsesión

Miró complacido los cadáveres amontonados en el suelo 
y se agachó para comprobar que todas 
estaban bien muertas. 
Observó que algunas se resistían a morir 
y sin miramientos las gaseó. 
Al acabar su faena escuchó el murmullo de una de ellas.
"¡Sigue viva!" gritó el hombre 
y sin escrúpulos cogió la pala 
y la aplastó sobre la víctima que murió en el acto.  
Satisfecho de su hazaña se incorporó, 
pero justo cuando se disponía a deshacerse de los cadáveres, 
entró su esposa al salón y le gritó: 
"¡Pon mosquiteras en las ventanas  
y deja ya de echar insecticida 
que nos vamos a asfixiar con tu obsesión por matar moscas! 

© BT


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